Estimadas lectoras y estimados lectores:
Con entusiasmo y profunda gratitud les doy la más cordial bienvenida a nuestro octavo volumen. Este proyecto que se concibió a partir de una visión progresista, conjunta y asesorada, al día de hoy continúa fortaleciéndose gracias a ustedes, quienes nos leen, nos comentan y nos comparten. Cada nueva entrega representa una oportunidad para cuestionar, reflexionar e incrementar nuestro conocimiento y entendimiento de la oftalmología, a la par que fortalecemos los lazos entre profesionales de la salud visual.
Como habrán visto, en los últimos volúmenes hemos publicado artículos concernientes a un relevante tema en particular; un fenómeno que está transformando radicalmente la manera en que trabajamos, aprendemos, nos relacionamos y vivimos: la inteligencia artificial (IA). Para ahondar en el mismo y seguir ofreciendo contenidos de valor, en este octavo volumen abordamos aspectos clave de esta tecnología, y les invitamos a que reflexionemos respecto a sus ventajas y mejores oportunidades de uso.
Hemos pasado, en cuestión de pocos años, de ver a la IA como un artilugio de ciencia ficción a incorporarla como una herramienta de uso cotidiano; tanto en nuestros teléfonos como en los quirófanos, en sistemas de diagnóstico automatizado o en simuladores quirúrgicos. Transitamos de concebirla como una idea futurista a vivirla en la mayor parte de las esferas de nuestra vida. Seamos conscientes de ello o no, la IA está siendo aplicada en la mayoría de los procesos de todas las áreas del conocimiento de manera directa o indirecta. En medicina, esta tecnología despierta admiración, pero también inquietudes legítimas. Nos confronta con nuevas preguntas sobre el papel del juicio clínico, la ética en la toma de decisiones, la privacidad de los datos y el sentido humano de nuestra profesión.
La IA no sustituye al médico, al investigador ni a ningún otro profesional de la salud, pero sí redefine nuestras funciones: a nivel operativo, nos es útil como herramienta que simplifica procesos y organiza expedientes; a nivel directivo, nos empuja a ser analíticos, estratégicos y a ampliar nuestros panoramas; paradójicamente, también nos reta a ser más empáticos y a desarrollar nuestra inteligencia social y emocional. Sin embargo, este último punto se plantea como el más sutil y sublime de su aprovechamiento, ya que debemos aprender a usarla no como un atajo, sino como una extensión de nuestras capacidades en pro de los pacientes: en el centro de todo proceso diagnóstico o terapéutico, debe seguir estando la persona: el paciente con nombre, historia y necesidades únicas. Como profesionales de la salud visual, tenemos el privilegio y la responsabilidad de guiar esta transformación con criterio, sensibilidad y visión a largo plazo.
En línea con este tema, el Volumen 8 incluye tres contribuciones especialmente inspiradoras. Por un lado, un artículo coordinado y escrito en colaboración con la Dra. Ingrid Pita, que nos introduce al fascinante mundo donde la ingeniería biomédica se alía con la neurociencia para restaurar la percepción visual mediante avanzados dispositivos electrónicos. No se trata solo de tecnología: se trata de esperanza para aquellos con afecciones oculares graves o que incluso han perdido la vista. Por otro lado, el Dr. Ivo Ferreira, quien es creador y director del proyecto Oftalmo University, nos presenta una revisión detallada de las plataformas de entrenamiento quirúrgico virtual, con ejemplos que están revolucionando la educación quirúrgica en oftalmología, mediante simulación avanzada y experiencias inmersivas. Estas herramientas no solo democratizan el acceso a la formación de calidad, sino que abren nuevas posibilidades para que el aprendizaje sea seguro, continuo y flexible. Se debe recalcar que esta novedosa modalidad de enseñanza disminuye el número de complicaciones de los cirujanos en entrenamiento al incidir positivamente la curva de experiencia. Finalmente, el Dr. Gerardo González Saldivar nos comparte consejos y reflexiones del uso de la IA en nuestra práctica profesional en la aclamada sección Espacio YZ.
Este número es también una celebración del espíritu colaborativo que ha hecho posible que Infoofta llegue hasta aquí. Hace 2 años, en octubre del 2023, iniciamos los trabajos de planeación y generación de contenidos para nuestro primer volumen que se publicó en enero del 2024. A partir de entonces, contando esta 8va. entrega y nuestros 3 suplementos especiales, hemos logrado la participación de más de 90 colaboradores, más de 14 mil visitas a nuestro sitio web (en este año) y más de 3,500 usuarios activos. Por tanto, queremos agradecer desde lo más profundo de nuestros corazones, a quienes hacen esto realidad:
- 
- A nuestras lectoras y lectores, por confiar en este espacio, compartirnos y recomendarnos con sus colegas.
 - A las y los usuarios, por utilizar y difundir nuestros recursos, por comentarlos, citarlos y hacerlos crecer.
 - A nuestros autores y colaboradores, por regalarnos su tiempo, su conocimiento y su pasión por el aprendizaje.
 - Al staff técnico y editorial, así como a nuestros proveedores, por su compromiso silencioso pero fundamental en cada etapa del proceso.
 - Y, por supuesto, a nuestros patrocinadores y aliados estratégicos, cuyo respaldo permite que esta revista siga siendo libre, accesible y de calidad.
 
 
Que este volumen sea una invitación a imaginar, a aprender, a cuestionar y a crear. Estamos convencidos de que el futuro de la oftalmología no se limita a la innovación técnica, sino que se construye desde la comunidad, desde la ética, y desde el profundo compromiso con el bienestar visual de las poblaciones.
Gracias por ser parte de esta historia. ¡Continuemos leyéndonos, escuchándonos y acompañándonos!
Con aprecio y entusiasmo, Axel Orozco Hernández – Editor en Jefe Infoofta
								


													

